A grandes rasgos, ¿cuántos tipos de impresoras hay?

En el mercado existen:

• Impresoras matriciales: La impresión se produce por el impacto de pequeñas agujas sobre una cinta tintada interpuesta entre papel y aguja. Cada vez se usan menos, quizás por ser ruidosas y no permitir textos de calidad ni imágenes, pese a que sus consumibles ofrecen un coste por página muy bajo.
• Impresoras láser monocromo: La impresión se produce por un cambio de cargas eléctricas que posibilitan que el polvo de tóner pigmentado de color negro se adhiera al papel y sea posteriormente fundido por el calor sobre este.
• Impresoras de inyección de tinta (portátiles, fotográficas, para oficina…): En este caso la tinta pasa de su receptáculo al cabezal de impresión, donde es inyectada a través de unas boquillas al papel, en forma de gotas microscópicas. La impulsión se realiza, bien por medio de la dilatación provocada por el calentamiento mediante una resistencia, bien por expansión de un material piezoeléctrico. Dentro de estas es importante distinguir aquellas en las que el cabezal está indisolublemente unido al receptáculo o cartucho, y aquellas en las que sólo se repone un pequeño contenedor, por ser el cabezal una parte de la impresora.
• Impresoras láser color: Su tecnología es idéntica a la de las láser monocromo, pero en ellas se usan cuatro cartuchos de tóner de los cuatro colores básicos: negro, cian, magenta y amarillo.